Mentora de amor propio

Desde muy niña tuve que enfrentarme a situaciones muy complejas, la palabra FAMILIA siempre fue un reto para mÍ, no me sentía pertenecer a ese núcleo amoroso del que casi todo el mundo parecía disfrutar. Miraba otras niñas amadas, consentidas pero sobretodo protegidas, algo que miraba irreal en mi mundo.

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Ahora tengo la claridad y la convicción de que no hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague. Dios me puso en cada lugar y en cada situación con un propósito, Dios me dió la fortaleza que necesitaba para transformar mi vida, formar una hermosa familia junto a mi esposo y así poder ayudar a tantas personas.

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El amor propio ha sido el vehículo más importante, desafiante y GRATIFICANTE en mi vida, los que me rodean y también quienes han encontrado en mi una guía para sanar su autoestima y amor propio.